De CAMINANDO (1981)


ORACIÓN DEL CAMINO
SE ME ESCAPA LA MIEL

Hay muchos que vienen a mi casa y preguntan
por qué no escribes más?
No sé qué contestarles y les digo:
la palabra me huyó.
Pero no es cierto.
El recorrer caminos
y detenerme en una u otra página
(hojas caídas de los árboles
como fresas cogidas a destiempo)
el comprobar estómagos vacíos
y miradas sin vida
(seres en los que ruedan las palabras
sin transmitir aliento)
me ha dañado el cerebro
me ha dañado las manos
y veo al hombre
detrás de las marañas de sus propios resquicios
como cuando la caña oculta el tallo y se escapa la miel.
La palabra me huye
porque la miel se esconde
en la cuchara del hombre callejero,
porque la vida se hace
en las bolas que juega el niño suciamente descalzo.

SOLA AL ATARDECER
Los hombres que yo he amado
no amaron a mi pueblo.
Su piel tocó la mía
y su cuerpo fue escrito por mis manos
nuestras bocas bebieron una copa común alguna vez
pero siempre mis pies se fueron a otro lado.
Cada vez que partí tuve un dolor:
se quebraron mis manos y mi piel,
el futuro y mi cuerpo fueron solos.
Los hombres que yo he amado
no entendieron mi pueblo.
También hubo otros hombres
–fueron menos–
seguimos caminando con el pueblo
urgentes
presurosos
solos al terminar el día.

DESPUÉS DE LA PICOTA
a Memo

Cuando cayó la tarde
y regresé de verte
mis ojos se encontraron con la nube.
Era un disco de nubes
enmarcando un azul transparente y eléctrico
promesa de otra tarde.
De mi cuerpo brotó con fuerza tu plegaria:
de la nube hacia mí
los niños en el barro y el olor de las aguas estancadas dañando mi sonrisa
el polvo en los zapatos
la angustia de los rostros amurados
y la estufa vacía...
Más allá de la nube
la tierra del mañana
la sonrisa del niño
el agua de sabor agradable
que tu lucha mi lucha y la de aquellos
conseguirá otra tarde como ésta.
Tu plegaria y la mía se fundieron
pedimos a la nube
que trajera ese azul a nuestro barrio de calles sin asfalto.

SALMO 139

Antes de brotar a la tierra
ya me amabas.
Conociste mi niñez pensativa
de muñecas calladas,
conociste las horas que miraba a lo lejos
y los días de lluvia poseyéndome
y las noches oscuras
haciendo mis temores de hoy.
Fuiste un testigo (mudo antes
      hablante hoy)
de mi niñez incauta
de mi lejanía ignota del pan duro
         del obrero borracho
         de la virgen que se vende por hambre.
Antes de brotar a la tierra ya me amabas.
Conociste el amor primitivoprecario que tuve a mis hermanos
y que te tuve a ti,
supiste de mis sueños
y supiste también de sus pedazos rotos
y me amaste.
Supiste que me hacía una mujer.
Después
la geografía me cambió sus rutas.
Vino el tiempo del hambre, de los panes con lágrimas
  del vacío y la cárcel
  de sartre y el suicidio de marilyn monroe…
  te olvidé.
Ahora me conoces igual
me amas.
Sabes de mis vacilaciones y de mi cobardía.
Sabes que me enciende la sangre
el camino de quien hace miserias a su paso.
Sabes que me pone iracunda
ese dolor del otro que tantas veces yo desconocí.
Sabes que no tengo paciencia y que quisiera
hacer el mundo con mis propias manos
para entregar a cada niño su sonrisa
y para dar a cada madre leche
y para dar a cada hombre un canto que le conduzca a su esperanza de hoy
y para dar a cada hermana mía un cuerpo que la ame.
Sabes que me cargo de odio
y que quisiera
hacer la cena en que la tierra sea un poco para todos.
Sabes de mis ansias más hondas
porque tú modelaste con tus manos mi ser,
sabes que me olvido muy fácil de tu amor
y me lleno con mis ideologías y mis libros…
pero
me amas.

SALMO 90

Si vivimos en tu sombra, Señor,
estarás con nosotros.
Porque sólo Tú podrás librarnos
de trampas y de horrores,
tú nos librarás de esta sociedad capitalista
de explotación de locura y de pánico.
Tú eres fiel y firme Señor
y tu fidelidad velará nuestro andar.
No temeremos a la muerte ni al hambre que invade cada noche las calles de nuestras
     [ciudades,
ni temeremos la injusticia ni la violencia de los poderosos, ni la represión que se desata
                     [cada mediodía
lucharemos seguros de tu amparo porque Tú has de dar a cada niño tu sonrisa.
La gente quedará en el camino, caerá a nuestro lado, pero Tú, Señor, sostendrás nuestro
[andar.
Nuestro paso será firme, nuestra lucha de cada día fuerte, porque Tú eres fuerte, Señor.
Nuestra casita no la cercará el cansancio ni la angustia, los temores ni las vacilaciones
     [porque Tú estarás con nosotros, Señor.
Venceremos todos los peligros, cruzaremos todas las montañas y lograremos la
      [liberación de tu pueblo, Señor,
sin que las balas de los enemigos nos golpeen, porque hemos conocido tu nombre para
     [siempre.
Y al final del camino
tu promesa
(“yo los pondré a salvo”)
será nuestro refugio y nuestra paz.
 
HUELLAS EN EL CAMINO
PARÁBOLAS

1. Cuando un muchacho de 25 años que se llama Guillermo y es querido por todos,
    renuncia a su casa, al calor de las fiestas familiares
al goce de los libros, al porvenir agradable o difícil que le brinda su título en la
            [Universidad
    al placer de una mano compañera que acaricie la suya
al compromiso más o menos fácil de los tiempos de paz
en la Comunidad que ríe y canta…
Y se entrega a la lucha por una nueva luz para el hermano
y deja gota a gota de su sangre en esa lucha y renuncia a su vida
a la posibilidad de ver el sol y a la libertad de andar tranquilamente por las calles de
[su ciudad…
    por esa lucha
por esa, la verdad de su hermano…
entonces es que la Nueva Tierra ya se acerca y hemos visto Tu paso entre nosotros.
2. Cuando un puñado de hombres, de esta gran máquina de hacer locos que es nuestro
[mundo de hoy, gana un nuevo camino
   cuando jóvenes, viejos, niños o chavalines empuñan la armadura de un limpio
[amanecer
   cuando la fuerza unida de la esperanza de todo un continente
descubre su grito de victoria y desplaza de su salón de risas el rostro abominable de
[somoza,
   cuando los desvalidos de la tierra hacen pedacitos de patria en Nicaragua…
Cuando la sangre joven de tanto adolescente y tanto hermano
renuncia a un futuro de goces escondidos, a una vida de placer solitario
a una ruta de status adquirido que incluye vacación en la costa y renó-doce, para
[empujar la lucha del amigo y su pan
   cuando esa lucha trae rayos de luz sobre la tierra enferma…
entonces hemos visto un pedazo del reino y Jesús ha tendido su carpa entre nosotros.
3. Cuando un país, el más pequeño de los mapas, se hace grande
   y su fuerza de lucha se hace paz, esperanza… amor para el hermano.
Cuando El Salvador quiere una tierra de luces y sonrisas, de techos para todos.
Cuando todos unidos con la mirada limpia: cristianos, no cristianos… hombres
[mujeres niños y chavalos
   trabajan para la nueva tierra y luchan contra el monstruo…
Cuando los pequeños atemorizan a los grandes de la tierra.
Cuando el corazón canta la esperanza…
entonces Tu vida y Tu palabra han hecho casa en medio de nosotros y hemos visto tu
           [andar.

PREGÓN PASCUAL
a Isidro

En esta noche
reunidos en nuestra comunidad
les anunciamos una gran noticia:
Jesús de Nazaret resucitó
y vive en nuestra historia
vive en nuestros países
vive en nuestra ciudad y en nuestro barrio.
Camina con nosotros
en el trabajo duro que hacemos diariamente
en la lucha del pueblo por conseguir un futuro con pan
una tierra que mane leche y miel en abundancia.
Jesús está presente en la angustia de todos los vecinos
en la esperanza de las miradas jóvenes.
Jesús de Nazaret resucitado
se sienta en nuestra mesa y comparte el sancocho
que tomamos en días de tristeza
o en las mañanas de domingo con alegrías de esperanza y sonrisas de paz.
Jesús de Nazaret resucitó
y lo podemos encontrar
entre los niños cuando van a la escuela
entre nuestras mujeres cuando lavan la ropa
  cuando cocinan
  cuando van a la fábrica
entre nuestros choferes con el genio dañado por las diezyocho horas de trabajo
entre los obreros de cementos del valle, de fruco o britilana
entre los campesinos que luchan por su tierra
entre los vendedores ambulantes bregando por su plata para el diario.
Jesús de Nazaret crucificado, presente en los dolores de América Latina:
torturado en los cárceles
violado en las mujeres
despojado en el hombre del campo
explotado en los trabajadores
muerto diariamente en los niños con hambre
         en la salud precaria de un pueblo desnutrido.
Jesús de Nazaret resucitando, presente en la alegría de América Latina:
en la lucha del pueblo por su liberación
en la esperanza que nace del corazón del oprimido
en la reflexión del grupo que vive con el pobre
en el evangelio que renace un día y otro.

NUEVO PREGÓN PASCUAL

Ayer,
en los tiempos lejanos,
el Señor se hizo carne en nuestra historia.
Su presencia
sopló con fuerza nuestra vida
como el mar con su brisa sopla el viento.
Encendiste en Moisés
deseos de liberar a tu pueblo
y guiaste su corazón y su cabeza
a través del desierto
a través de las dudas
a través de la niebla y el polvo del camino,
para que condujera a sus hermanos
a la tierra del bien.
Algunas veces
en momentos oscuros
te escondiste,
dejaste a nuestros padres antiguos atrapados
y su corazón fue preso de la angustia
y confundió el camino.
Te hiciste carne entonces en los hombres profetas
te metiste
en los labios de Isaías
Amós, Miqueas, Jonás
hablaron por tu impulso
guiaste por tus caminos a Ezequiel
Jeremías iluminó su mente con la verdad salida de tu boca
y volviste a tu pueblo muchas veces
dando frescor, como el arroyo, a la caída de la tarde.
Con Jesús
nuestra pobre y quebrada historia de hombres
quedó partida en dos,
su presencia
resucitante hoy
derrotó los caminos oscuros
y selló la presencia de tu espíritu en nosotros.
Esta noche anunciamos:
Jesús resucitó!
y celebramos tu paso entre los hombres.
Hoy,
en los tiempos nuevos,
te nos haces historia
iluminas el corazón de muchos
hablas por los profetas
hablas en nuestros mártires
hablas en los que a diario dan su vida al hermano.
Encendiste
en Romero, en Casaldáliga,
en Proaño, en Valencia,
deseos de llevar a tu pueblo hasta Ti.
Te metiste
en el pueblo que lucha en Salvador
en la gente sencilla que hace la nueva tierra en Nicaragua
en nuestros campesinos angustiados
en las minas de cobre
en el trabajo diario del obrero.
Tu presencia se olvida muchas veces
porque el dolor que paraliza las miradas nos cerca,
pero hoy lo recordamos:
Jesús resucitó!
y animará por siempre nuestros pasos
hacia el bien,
hacia la tierra fresca de praderas sin fin.
 
ORACIÓN POR GUILLERMO

Señor
hoy te pido por él
porque ha llegado donde puede llegar un hombre
para seguirte a ti:
se ha perdido a sí mismo.
Yo te pido por él
y por el pueblo por el que dio la vida…
algún día se sentirá tu mano
dándole el triunfo al débil
confundiendo al soberbio?
Ya es la hora, Señor,
hasta cuándo nos tienes esperando?
Señor: tú lo conoces
antes de brotar a la tierra ya lo amabas…
Tú sabes de su lucha
de su miedo a la noche
de su ceño fruncido ante la indiferencia de tantos asesinos de Colombia…
sabes que te buscó
desde la soledad de un seminario
hasta la soledad de un clandestino,
tú sabes que buscaba una tierra de todos para todos…
tú supiste también de su sed de libros
–oculta para muchos en el tranquilo verde de sus ojos–
sabes que lentamente fue perdiendo todo, todo lo que tenía
y se quedó desnudo ante el hermano que lloraba de frío…
Tú sabes de su entrega tan grande como pocas…
Señor, tú lo conoces y lo amas:
sabes de su espalda curvada por la brega
de su rostro curtido por el sol
y sus manos con fuerza de machete
mientras recogía el pan para los suyos,
tú sabes que antes de brotar a la tierra
ya fue de los que nunca se sentaría a la mesa de los ricos…
Señor, tú has dicho que lo amas,
yo te pido por él:
hazlo fuerte en el dolor que hoy tienen sus entrañas
(entrañas
torturadas-violadas-mutiladas
por un brazo opresor)
pon en sus labios lo que debe decir
purifica el color rebelde de su barba…
confunde a su enemigo,
cúmplele tu promesa:
el Reino que buscaba y que busca junto a todos nosotros.
(Guillermo Céspedes Siabato, militante cristiano, detenido en
Cali en la noche del 10 de mayo de 1979, recluido hoy en la
cárcel de La Picota)

A MONSEÑOR ÓSCAR ARNULFO ROMERO

Desde la entraña de tu pueblo
tú viviste la historia,
desde la entraña de tu pueblo
has muerto.
Desde la entraña de tu pueblo
tú viviste a Jesús de Nazaret
y amaste a tus hermanos más pequeños:
tú viviste las calles de tu gente
y sentiste su hambre,
conociste el dolor de su cosecha,
tú jugaste las calles de sus niños
su mirada pregunta vacía de esperanza
adolorió tu ser y escribió tu evangelio.
Tú sentiste que amar a cada hermano era
recoger su cansancio y su tragedia,
asomarse a su casa
amar su lecho enfermo por la angustia
sus días sin trabajo,
hablar por su tortura
luchar por su parcela
gritar por su opresión.
Tú supiste que amar a cada hermano era
denunciar en el rico su injusticia
condenar la indolencia del malvado que azota nuestra tierra de América.
Tu palabra
–profeta en las entrañas de tu pueblo–
soñó para nosotros nuevas lunas.
En medio de tu pueblo
te mataron
al servicio del débil
celebrando a Jesús de Nazaret,
al Dios de nuestra historia y de los pobres.
Han matado tus gestos y tu mano cercana
–por eso morirán
porque el Señor Yavé es Dios de las venganzas
y vela por la suerte de su pueblo–.
En esa entraña de tu gente vives,
vivirás por encima del malvado
y abrirás
–con otras sangres de América Latina–
un camino hacia la nueva tierra
que mana leche y miel en abundancia
que reparte su pan para los niños
y sonrisas en la cena de hermanos.

COLOMBIA 79

Ha terminado un nuevo año
las radios ya lo anuncian,
fin de año.
Un año más que carga hacia el futuro
su camión de esperanzas
sus luces
sus preguntas
sus mesas de los bares cargadas de nostalgias.
Ha terminado un nuevo año
fin de año.
Releyendo a neruda y zalamea
siguiendo a león felipe
a rastras de machado,
con el vago recuerdo del buen vino y de carlos gardel
he terminado este año.
Ante la cercanía de esa campana de doce
quise salir a recorrer mi tierra
mirar detrás de las rendijas y en las puertas oscuras
y asomarme a los ríos…
He terminado un nuevo año
y yo quiero saber de mis hermanos
preguntar a sus vidas:
saborear el sabor de sus sabores
mirar en sus mochilas
y cantar el color de su esperanza.
Fin de año.
Me acerqué a los suburbios
(que diciembre era un mes para los niños
me lo dijeron siempre)
los suburbios están llenos de niños,
calles de niños rotos
mirando tristemente hacia mi año…
había también mamás
–las mujeres de América Latina
cuya fuerza se hizo en el dolor–
con sus manos cansadas por la angustia,
para ellas los años no terminan ni hay doce campanadas.
Atravesé también la cordillera
el agua
–la fuerza que da vida–
acabó con las gentes de mi tierra,
explotó el río
destrozando las casas
         las escuelas
                     los hombres las mujeres y los niños
fin de año.
También el mar
–la inmensidad que no le cupo al hombre–
violó la tierra metiéndose en sus piernas por la fuerza
temblaron mis hermanos en el sur
mientras veían caer sus casas
        sus escuelas
        sus hombres sus mujeres y sus niños
fin de año.
Recorriendo las calles las ciudades los campos
mi año lo invadió la tragedia
el horror de Colombia:
la cárcel
la tortura
fin de año.
El hogar colombiano se enlutó
cada mañana se llenó de angustia,
llegaban silenciosos como llega la muerte
y con su bota lo arrasaban todo
llevándose al más fuerte de la casa,
al que luchó con su mirada limpia.
La cárcel se metió en cada familia
la tortura copó todos los sueños,
los patios de la cárcel
miraron a mi año.
Fin de año
decían las emisoras
fuerza de nueva lucha
dijeron los muchachos.
Fin de año.
El pueblo colombiano
poblado de esperanzas
sembró con sus dolores este final de año
y arrinconó las doce campanadas.

CAMINOS DE JESÚS EN AMÉRICA LATINA
EL GRAN LIBRO

Una vez
hubo un hombre
que escribió ese gran libro,
lo llenó de su amor
le dio al hombre sus palabras, su vida
y le enseñó que ese gran libro
contenía muchas cosas:
un árbol con manzanas rosadas
un paraje con flores amarillas
muchas parejas que se amaban
un bolígrafo
un libro
la hoz de trabajar
y el pan para luchar.
Hoy
existen hombres
que dañaron el libro,
le quitaron amor y le dieron poder
le quitaron palabras le arrebataron vida
lo llenaron de leyes que aquel hombre ni conocía ni podía imaginar…
y esos hombres cambiaron el contenido del libro
y nos dijeron lo que sólo su torpeza y su idiotez podía imaginar:
prohibiciones y temor
sacrificios de todos en aras de unos pocos para esperar en otro cielo,
corazones heridos y rodillas cansadas
muertos de hambre que bajaban los ojos castrados a la lucha.
Pero ese gran libro permaneció allí
y permanecerá
hasta que todos los hombres de la tierra
cantando un himno nuevo
lo abramos,
para luchar amando para escribir amando para comer amando
para hacer el amor amando para jugar amando y trabajar amando,
para descubrir la tierra amando, para soñar amando, para morir amando.

UN MAÑANA MEJOR

1. Ves ese pajarito, hermano?
    Salta de una rama a la otra
se acerca y se aleja de tus ojos.
Sus alas te dibujan
tanto deseo sincero que te impulsa,
igual que el picaflor de una naranja a otra
rápido como su mismo cuerpo.
Tú y yo
tu vecino y el mío
todos
seremos libres como ese pajarito,
seremos libres y seremos felices
cuando no existan más
poderosos que dañen
    los pájaros pequeños.
2. Recuerdas a la rosa que se abre en la mañana?
    Suave, agradable a la mano y fresca de rocío.
Como esa rosa
como todas las rosas
(amarillas-azules-rojas-blancas)
    serán tu hija y la mía
las hijas de todos los vecinos
    cuando no vendan su belleza
   para traer comida a los pequeños.
3. Has visto amigo
    el jardín de Manuela?
Tan cuidado y bonito
tan olor a jazmín,
tan tamaño violeta…
Cuando la Nueva Tierra
tendremos un jardín igual a ése
    y manuelas amigas
cuidarán sus rosales.
4. Como el pan blando
    y la arepa que comes los domingos
será la nueva tierra:
fuerza
trabajo y fruto,
reunión en la mesa.
5. Sabes del agua que atraviesa los valles y montañas que andamos?
    Tanta quebrada fuerte
tanta acequia tranquila…
así será la fuerza que tendremos
el día en que las manos de tú
       de aquel del otro
    se encuentren y se unan
para luchar lo nuestro.
6. Nuestras guitarras
    nuestros tiples
se oyen lejanamente en algún campo,
sus cantos nos anuncian
un corazón que ama
unos ojos que esperan.
Corazón y guitarra
llevaremos mañana
para sembrar la tierra de los hijos sin hambre.
7. Una mañana cuando nos levantemos
    saldrá el sol para todos,
será la nueva tierra.
La cosecha de América Latina
alcanzará para comerla todos
setentaysiete veces siete
y sobrará
para que coman los niños de otros mundos.
No pelearemos
nos amaremos todos
no habrá nadie
que ponga su pie sobre los otros,
será la nueva tierra.
Los campos de América Latina
serán dorados por el sol
y se harán fuertes de sudor
como el rostro del pecho que trabaja.

JESÚS DE NAZARET

1.      Quiero hablarte de un hombre
  que vivió hace unos siglos,
vivió lejanamente en un país sencillo
que luego se ocultó.
Como ha pasado el tiempo
no te han dicho las cosas
con palabras sencillas
y con la pata llana.
Han complica‟o las vainas
y han mermado su lucha.
Vamos a hablar de él.
2.      Nació en una mañana
   y la hizo luminosa
fue pobre como tú…
pobre de veras.
Sus pañales, su cuna, eran humildes.
Su madre,
una mujer de pueblo como Alfonsa y Manuela
   le quitó con sus brazos el frío de la noche.
   Después como Alfredito
      como Pedro y Joaquín
   alegró con sus risas la calle de vecinos
y alborotó el corrillo de los niños
y jugó como todos, a bolas en la esquina
y conversó y amó:
los ríos corrientosos que dan vida
los lirios, los claveles,
las flores, las naranjas y la caña de azúcar.
Amó el tiple
     y el sudor de los hombres que aman y sufren.
3.      El niño se creció
   y fue un muchacho chévere
que trabajó en el campo y labró la madera.
Buscó el alma de cada hermano suyo
y llegó a lo profundo de las cosas.
Aprendió a dar la mano a su vecino
y en esa mano descubrió
que Dios hizo el mundo para todas las manos.
Estudió
y miró seriamente y limpiamente
   los ojos de su hermano
   y fue sabio.
4.      El muchacho creció y se hizo un hombre.
   Recorrió los caminos
invitando al amor,
invitando a los hombres a quererse…
recorrió los caminos
hablándole a la gente de su reino:
la nueva tierra de todos para todos,
los ojos de las manos enlazadas.
5.      Y en ese caminar
   sanó a los ciegos y liberó a los presos
y dio fuerza al enfermo…
esperanzó el corazón dolido de los pobres.
En ese caminar
dio su vida a los muertos
y acogió a la mujer
le quitó el sufrimiento al afligido
y prometió una tierra que mana leche y miel en abundancia.
En ese caminar amó a los niños
y jugó con Raúl y con Jaime…
supo que el corazón del niño
era un corazón bueno.
6.      Nos habló de su Reino
   nos animó a lucharlo.
Lucha dura
dolor y sangre… no sonrisas y miel.
Exigió al hombre rico
devolver al robado su sudor… su salario…
           su vida…
   su Reino era conquista por hacer.
7.      Un día lo mataron.
    Los grandes no aguantaron ni soportan:
   su sonrisa verdad
su amor al niño
su exigencia de bienes para todos
su amor al oprimido.
Los grandes no aguantaron ni soportan:
su voz justicia
su vida limpia para y por el hermano
su amistad con los pobres
   su amor a la mujer.
Los grandes no aguantaron ni soportan:
su reino
un NO a la explotación
una tierra de todos para todos.
Por eso lo mataron.
8.       Hoy está en ti y en mí
   en Manuela, Alfredito
en Pedro y en Joaquín
en Ernesto y Camilo
y en todos los que luchan
   por los pobres
por el niño descalzo
por la mujer sedienta.
   Hoy está entre nosotros
cuando nos reunimos en su nombre
cuando hacemos camino.
Los grandes lo mataron
pero su tierra nueva
camina con nosotros.

CREDO

Creo en Jesús de Nazaret
que vivió entre nosotros
y amó las flores y a los niños,
caminó haciendo el bien
y esperanzó el corazón adolorido de los pobres.
Creo en Jesús de Nazaret
que llenó de justicia y de buena noticia
la historia de los hombres
esta única historia que tenemos.
Creo en Jesús de Nazaret
que celebró su cena
invitando a formar un mundo nuevo
un mundo de sonrisas y de niños
de calles amarillas y de manos unidas.
Creo en Jesús de Nazaret
que buscó a Dios en el hermano
y que amó hasta la muerte,
que padeció el poder de los soberbios
y fue sacrificado por su amor al más débil.
Yo creo en Jesucristo presente en nuestra lucha
presente en el dolor y en la esperanza
presente en el hermano que me mira al borde del camino
presente en la comunidad cansada y agobiada
presente en el deseo fraternal.
Yo creo en Jesucristo
promesa de hombres libres
y de una nueva tierra con un lago de paz.

SHALOM
a los amigos que me ayudaron a vivir estos meses.
a las familias colombianas ensombrecidas por la represión.

Porque el Señor está con nosotros
atravesaremos este mar de dolor
y llegaremos a la nueva tierra,
porque el Señor está con nosotros
los prados serán verdes
y las aguas refrescarán nuestros cuerpos enfermos por la sed,
porque el Señor está con nosotros
los niños cantarán
y su sonrisa alegrará la mesa por la noche.
Porque el Señor está con nosotros la noche será luna.
Porque el Señor está con nosotros:
caminaremos firmes
los caídos, los muertos en la lucha, vivirán para siempre
caminarán en Nicaragua y en los nuevos países de América Latina liberada
y el enemigo perderá la fuerza de su brazo,
el odio vagará sin refugio
y desaparecerá con la última sombra del camino a la selva.
Jesús de Nazaret
caminará sonriente nuestras calles
vivirá en las escuelas
tomará aguapanela por la tarde en el rancho.
Será la nueva tierra.
(Agosto 1979)

CRECERÁN LOS CAMINOS
a Pilar
a Clelia.

Te invito hermano a caminar conmigo:
llévate una mochila de esperanzas,
dulces para los niños
y mucho amor para entregar.
Te llevaré cada mañana
a descubrir el juego de los niños
a escuchar su sonrisa,
pero también te llevaré a su hambre
a su angustia de llanto
al dolor que aprisiona su corazón pequeño.
Te llevaré a los campos y a las flores,
pero iremos también
a los pechos enfermos
al despojo de quien busca una tierra
a bancos en el parque
que sirven de cobijo cada noche.
Podremos acercarnos
al corazón alegre de quien ama,
pero veremos calles
atestadas de pueblo adolorido:
temor de metralletas
horror de no tener
de no alcanzar escuela
de no escuchar cariño
de no mirar cobijos...
El corazón, hermano,
nos va a llenar de frío
nos va a llenar de rabia.
También asomaremos
a mi infancia
a la tuya
a los mundos soñados
a los amaneceres por hacer
a las dudas y al odio de las venas abiertas de América Latina...
Te invito hermano a caminar conmigo.
En un recodo
Jesús de Nazaret nos mirará,
le pediremos
que redima los sueños destrozados
y tal vez nos entregue su promesa.
Te invito hermano a caminar conmigo,
llénate la mochila de esperanzas
y los ojos de amor.

DEL EVANGELIO DE MARCOS
ÉL LOS BAUTIZARÁ CON EL ESPÍRITU

Vino pronto en la tarde
y nos dejó su fuerza,
su palabra.
Nos enseñó que amar era lo único
un amor sin nostalgias
a ese de carne y hueso
de la puerta de enfrente...
así nos abriría la entrada de su casa
(la nueva tierra de todos para todos
el mundo de las calles amarillas)
sería la única llave
y nos daría su fuerza
y su certeza
nos mostraría el camino.
Vino pronto en la tarde
y nos dejó su espíritu
en nuestra pobre piel agujereada.

CONVIÉRTANSE Y CREAN EN LA BUENA NOTICIA

El corazón del sabio siempre sabe
que al caer de la tarde
surgirán muchos cielos diferentes:
será la nueva tierra
y la flor pequeñita se abrirá
dejando sus aromas
en cada deseo hondo del corazón del pobre
en cada esfuerzo de fraternidad.
La Buena Nueva:
tu hermano que te ama y al que amas!
Tu mirada desnuda
la entrega de las manos.

SÍGANME

Es mi nostalgia repetida siempre
es mi cansancio que regresa...
mi miedo...
y en últimas
mi vida que busca cada hora
responder al hermano su pregunta
curar su sed de amor al desvalido
anunciar tu evangelio
   y tu buena noticia.
Como las aguas de mi baño
vuelven
sabores de otros días
inquietudes, angustias
un deseo carcome mis entrañas en cada renacer de la vigilia:
abandonar la brega,
abandonar tanto camino de otro a la suerte de otros...
el amor por su piel morena y dura
su mirar almendrado
el amor por sus buzos y sus jeans,
es mi vieja nostalgia repetida
la novela en la noche
y es en últimas
mi vida respondiendo a tu llamada.

SIGUIERON A JESÚS

y dejando sus redes lo siguieron.
Dejando sus pasiones y sus interrogantes
dejando sus pequeños cariños
dejando sus espejos,
dejando la ciudad fueron detrás de él.
Y el mundo de la noche
(avisos luminosos y colores)
y el mundo del rollsroyce y de la cocacola
fue dejado en la puerta,
también el club social
  el contrato seguro
y la casa-cerrada-por entregas.
El mi, yo, mío, propio, fuera tú.
Seguirle fue salir hacia el hermano
recoger su cansancio
y hacer tienda en mitad del camino hacia su casa.

PASCUA CON LOS MUCHACHOS DE MI BARRIO
a Pedro

Vive en nuestro continente el dolor,
nuestro pueblo sufre –enfermo y solo– en medio de la noche.
Igual que las acusaciones las calumnias
el poder y la muerte te cercaron,
igual que el abandono llenó tu corazón
y viviste la angustia de la cruz,
nuestro pueblo cada día cada minuto cada hora...
se llenó de pesar.
Los grandes lo han cercado
expoliadores lo han aniquilado,
los poderes del mal-las sombras de la noche
hieren el corazón de cada hermano
y la angustia de muerte se mete en cada casa:
cuando los niños tristes no miran un futuro sonriente
cuando la mesa no alcanza a la mamá
cuando el joven que lucha es torturado
cuando el amor se acaba
cuando desde el imperio agotan las salidas, matan las esperanzas...
tu muerte se repite.
Y un túnel frío, oscuro...
un túnel largo
se proyecta en el verde del paisaje.
El mal invade las fronteras
y las aguas que nacen para vida
se convierten en muerte,
el egoísmo atravesó los mares
y los hombres rompieron en pedazos su amor
y dañaron todas sus relaciones.
El mal atravesó la historia
repitiendo tu cruz
en cada hermano herido.
Hubo guerras desolación horror...
Los países de nuestro continente
fueron pisoteados,
nuestras tierras robadas
nuestras gentes murieron
un día y otro
de dolor y de hambre,
de saqueo.
El hombre americano, el indio
–el más adentro de la tierra–
tuvo miedo y se esconde.
América Latina tuvo sangre
su carne desgarrada muchas veces
y ese túnel oscuro se apropió del paisaje
repitiendo tu angustia,
la oscuridad de tu abandono
tu dolor en el huerto.
Pero
en mitad de la noche
Tú te hiciste presente en nuestra historia
tu brazo defensor se agigantó,
destruiste al tirano
y llevaste a tu pueblo de Israel
a través del desierto
hacia la nueva tierra
hacia la tierra de praderas sin fin.
Tu mano se hizo fuerte
y tu voz se escuchó:
Tú tomaste partido por los débiles
Tú fuiste el abogado defensor de viudas y de huérfanos
a aquel que marginaron los soberbios
Tú le abriste tus brazos.
En ti el hombre sencillo
aquel que no alcanzó sabiduría occidental (sabios de pacotilla...)
encontró su refugio.
Tu fuerza se hizo vida en Jesucristo
que irrumpió en nuestros días
dando VIDA definitivamente a los humildes
dando amor a los débiles
y calor al que sufre.
Jesús de Nazaret fue asesinado
pero vive en nosotros
y en Él la vida triunfa sobre el poder del mal.
No dejes que te engañen
no dejes que el desánimo y la angustia se metan en tu cuerpo.
Es mentira que triunfará la muerte
Es mentira que triunfará el dolor
Es mentira que la liberación no puede hacerse plena
Es falso que los hombres no se pueden amar...
Los desencantadores
los realistas
los que siempre razonan con lógica aplastante
no saben de Jesús de Nazaret
no conocen su fuerza que rompió las cadenas
y estalló los sepulcros,
no creen en su locura aunque digan que sí
despotencian la única palabra original
no creen en su promesa,
no han vivido la angustia que grita y necesita la esperanza
no saben de la fuerza de los locos
del amor que desborda las medidas, las lógicas
no conocen el corazón del hombre de la fe.
Quien no transmite vida en cada hora
quien no entrega calor en cada abrazo
quien no transmite amor en cada mano
y alegría en los ojos
y esperanza en la lucha
no sabe que esta noche celebramos la VIDA,
no siente que tu cuerpo triunfante
despedazó el dolor
desterró el túnel largo... oscuro
y animó de praderas refrescantes el caer de la tarde.
Jesús de Nazaret resucitó
recuperamos esta noche la luz
la luz que invade las miradas – que invade los sentires,
el agua se hace génesis.
Hay para nuestro mapa
un horizonte limpio.
El pueblo de América Latina surgirá redimido y será nuevo:
Salvador, Nicaragua, Guatemala
marcarán un sendero
vencerán al imperio,
de su entraña de muerte saldrá vida
de su angustia y su lucha
saldrán niños sonrientes
brotarán nuevas rutas.
El pueblo de América Latina
tendrá amor
amor que se reparte a manos llenas,
que ilumina los rostros y que llena las mesas.
Veremos en el mapa, querido y conocido,
praderas y rebaños
que manan leche y miel en abundancia
que despiertan amaneceres limpios:
será la nueva tierra.
Nuestra pobre Colombia golpeada,
el sur del continente tantas veces castrado
encontrarán reposo,
haremos, con el verde del paisaje, la calma.
Jesús lo prometió.
El corazón se alegra
el pulso lo presiente:
derramaremos vida
partiremos el pan el techo y el camino
habrá mesas amigas
y sancochos alegres
habrá mañanas de domingo iluminadas
y nuestro amor dibujará las manos del hermano
y nuestro amor dibujará los cuerpos del amigo.

AMIGO

tu corazón de joven
regalará su fuerza.
Lucha!
Las praderas se acercan
ya vienen nuevos días
la promesa es posible
la promesa es verdad!
Tu lucha –nuestra lucha– la hará carne de historia
      la hará verbo encarnado

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