De CAMINOS DE LUCHA Y ESPERANZA (1977)


DIEZ DE LA NOCHE VIERNES

cuatro cervezas en la mesa
la muchacha en la esquina
la cháchara se rompe y cada vientre busca su vacío,
la nota distorsiona
y la voz de gardel sigue siendo telón.
el bus recorre y llueve.
las estrellas se caen y en silencio las mesas de los bares las recogen
la pandilla sentada en el andén
el niño roto;
el amor se lo tragó la alcantarilla en esa noche
junto con el salario del obrero
y la mierda del dueño de las máquinas.
el bus recorre y llueve.

DIEZ VIERNES SANTO NOCHE

llueve otra vez
y la ciudad es lo mismo.
luchamos unos por reintegrar la vida hasta tu cruz,
el sentido se esconde
(con tanta procesión y disfrazados…)
llueve y otra vez es lo mismo.

CUÁL ES LA TUYA?

La gente muere de hambre
es mi verdad Señor
y los niños de meses
tienen pezones flácidos,
las parejas en sus noches sin luna
no se pueden amar,
las manos se encallecen y los vientres se arrugan.
Es mi verdad Señor
mi única verdad, no tengo otra.
Las máquinas crujen con el dolor de quien las mueve
Las balas atraviesan el estómago
de muchos estudiantes
y muchos campesinos.
El azúcar se pudre en cajas fuertes
y la leche alimenta los fondos de los mares.
La gente tiene hambre
es mi verdad, Señor,
cuál es la tuya?

ARTURO PAOLI

Es un hombre que pasa caminando
y sonríe a los niños y a los débiles
y escucha las palabras de los pobres, les pide sus trabajos, sus historias…
–es un hombre que recuerda a neruda en las alturas de nuestras cordilleras, en boca de                                                                                                                                                                                                                                                                
[joan  baez–
y contempla a los jóvenes buscando.
Es un hombre que condena a los ricos,
los increpa por el color a sangre de sus vidas-confort.
Es un hombre que pasa caminando
y riega el evangelio en las pupilas de todos los que habitan en el mundo,
una figura que atraviesa mares
y que da nuevos signos a la historia
nuevas fuentes al hombre
nuevos cauces al río.
Es un hombre que regala miradas y ternuras,
una cabeza blanca que descubre el amor
y zanja nuevas rutas.
Es un profeta,
te conduce a tu Ítaca.
Es un hombre que pasa caminando.

ERNESTO CARDENAL SOLENTINAME

Lejos ante mi vista, una montaña
azul verde muy pálido.
Yo tomo cocacola
(pido cocacola helada-quita la sed)
dominación del gringo en mi generación desenraizada
y pienso en los lagos que tú remas a veces
y pienso en tantos libros
(cristianomarxista, epistemología, semiología literaria y muchas cosas)
que devoro buscando yo esos lagos
y tu simplicidad.
En la puerta de enfrente
tristemente cercana a la ciudad
una piel india
(a la que alguien arrebató su pipa y su tiempo sin límite y sin tiempo)
una piel india
(en cuyos ojos se descubre la ignominiosa historia de los blancos
y el rostro silencioso del pielroja)
se pierde en la montaña lejana de mi espalda.
La vecina interrumpe mis lecturas
(la imposible ortodoxia-alfredo fierro)
con la telenovela de tarde
y el negrito de la orilla del río con su diente partido me pide un colombina.
De otro lugar de América te escribo,
con un grupo de hombres busco solentiname
(solentiname historia
solentiname mito)
caminamos del valle a la montaña
       de la montaña al valle,
no encontramos el lago.
Nos lo impide lo crudo de la lucha
los obreros sin pago y sin cemento
los niños panza al aire cuajados de lombrices y de desnutrición
las casitas del alto sin plata pal‟almuerzo
nos lo impide un obispo y otro obispo con su carro y su séquito de reyes.

PREGUNTA A ALGUNA HORA DE LA TARDE

Cuando mi cuerpo tiene sed
y no hay ninguna mano rodeándolo
pienso
en tantas manos intocadas
en tantas bocas que jamás comieron
en los niños llorando en las esquinas.
Cuando voy por la calle
y descubro
tantos perros lamiendo sus orines
tantos mudos comiéndose sus ojos
y siento que mi cuerpo tiene hambre
y no hay ninguna mano que lo calme
te pregunto Señor
si me destruyo
ignorando el temblor de mi sexo
o si alguien necesita que lo ame
en el mismo momento
que otros llenan sus cuerpos.

ORACIÓN EN LAS HORAS DE LA NOCHE

Señor,
yo tendría que recoger en mí
la oración
de muchos del camino
y no logro hacer la mía.
Señor,
perdóname
por oír el bolero de ravel en versión electrónica
cuando mi vecino
no puede oírlo ni lo sabe
perdóname
la espuria de mis sueños
la dispersión de mis pulsiones
mi dios elucubrado.
Tendría que recoger
la sonrisa de los labios cansados de mi hermano
y llevarla hasta el mundo de la ilusión y del descanso
y no logro siquiera descansar mi cansancio.
Señor,
perdóname
porque quiero oír tangos
mientras
una mesa… dos mesas… muchas mesas
permanecen vacías
perdóname
porque los veo jodidos
y no sé desjoderlos
perdóname
el silencio
el miedo
las horas vividas sin reto a los que amargan a mi amigo.

UNA BANCA EN EL FONDO

Ayer estuve en misa
y un cura ciego y sordo
hablaba de hacer paz en el mundo
y de los congresos del vaticano y de hanoi
y mientras los estragos
de la noche de reyes
hacían sonreír a borges
y llenaban las calles de borrachos
el cura ciego y sordo insistía en su paz de escaparate
aludiendo
(estúpidamente aludiendo
intemporalmente aludiendo)
a los encuentros del Vietnam
a las bombas que un día lanzaron los nazis a los rusos
y a los granos de arroz que no consiguen arrebatar los japoneses a los chinos.
El cura continúa
con su oración inerte
por los artistas que hacen sexo sin haberse casado
y por los jipis que no se visten como deben,
ignorando
(estúpidamente ignorando
intemporalmente ignorando)
al niño de la esquina que se calienta con gasolina del carro de algún rico
y a la mamá que ahoga a su hijo en el seno del hambre,
y el cura continuaba ignorando
(ignoró hasta las bombas del ejército en la universidad
y entre los campesinos).
Un cura ciego y sordo
mientras rezaba por la paz
en una noche fría de año nuevo o de cinco de enero.

POR QUÉ NO VOY A MISA? PORQUE NO VOY A MISA

“La Iglesia está donde una
         comunidad visible de hombres hicieron
su opción personal por Jesucristo…”
No voy a misa porque me temblaría la mano al conectar el radio para escuchar noticias.
No voy porque hicimos de la cruz una burla.
No voy porque hicimos del amor una burla.
Los cristianos olvidamos la primera comunidad de amigos de Jesús
y preferimos escondernos en las cortes de emperadores y ministros
en los consejos de los reyes o de los generales
en el parlamento burgués.
Cambiamos la fracción de las cenas humildes
y el compartir de charlas al caer de la tarde
por los banquetes del millón
o las cenas bailables de caridad.
Yo no puedo ir a misa
porque la sangre de unos es bebida por la ambición de otros
con la bendición de una Iglesia que se perdió a sí misma
con la sacralización de las misas pagadas y de las bendiciones que inauguran.
No voy porque tampoco hay misa.
Miembros de una asamblea se hartan de la vida y del mundo
(mientras pasean en carro con el espíritu santo).
Miembros de otra asamblea mueren de hambre y despojos.
No hay porque matamos a los profetas
porque nuestra reunión no se hace en lucha liberando
porque somos tan güevas que no hemos destronado al poderoso ni ensalzado al humilde,
no hay porque la cena no es de todos
y el crimen queda impune y bendecido
y nadie muere como murió ananías.
No voy a misa.
Los hombres no conversan sencillo su experiencia de Dios
en el corrillo de la esquina o el café,
las sotanas tomaron el poder
atragantaron la sabiduría
vomitaron su individualidad egoísta
y pretendieron secuestrar a Dios entre los ricos
y disfrazar su faz entre sus dogmas y papeles.
No voy a misa.
Roma silenció a la mujer.
Roma prostituyó desechó malparió a la mujer.
Roma dividió su asamblea en dos bandos:
sotanas-hombres = los dominadores
mantos-mujeres = las esclavas, las impensantes.
Roma cambió la amistad con Magdalena, la comunión de Jesús con María
por el último puesto en reuniones,
por el exilio de sus sacerdocios vendidos,
por el desprestigiante silencio anulador.
No voy a misa porque yo soy mujer y se me niegan mis mínimos derechos:
mi derecho al servicio
mi derecho a la voz
mi derecho a evocar la presencia de Cristo.
En una iglesia-roma
pensada y producida por hombres para hombres
se me niega el derecho de ser inteligente.
No voy a misa porque la parroquia no es la comunidad
porque mi párroco (un cura ciego y sordo)
pide que se condenen los marxistas
y desprecia a las putas
(olvidando que Jesús les promete que son antes que él).
No voy a misa porque mi párroco todo lo canta solo,
él habla y se contesta,
él consagra las hostias y se las come todas.
Mi párroco (un cura ciego y sordo)
cree que con las llaves del sagrario se guarda a Jesucristo.
No voy a misa porque Jesús de Nazareth está en el corrillo,
en el café – en la esquina,
porque Jesús de Nazareth salió a la plaza,
está en la lucha y en el sindicato.
Está con los amigos que nos tomamos una cocacola
mientras reflexionamos sobre el paro y lo evocamos,
mientras vemos la forma de cumplir su palabra:

UN MUNDO DE TODOS PARA TODOS.

No voy a misa
Dios se le escapó a las sotanas
y está en el corazón de los obreros y de los campesinos,
está en los ojos de los niños.
y en las manos de las mujeres.

EN LA ASAMBLEA DEL BARRIO

para consuelo, anajoaquina,
isabelita y ratoncito.
En la asamblea del barrio
el niño juega.
Y la palabra es lenta y reposada
nada huele a sermón.
En la asamblea del barrio
la abuela se sonríe
el obrero se mira las grasas de sus manos
el muchacho se fuma un cigarrillo
y todos conversamos mientras un currulao atraviesa los cuerpos,
nadie posee la palabra.
En la asamblea del barrio el niño juega.
Qué nos diremos hoy para vivir a Cristo?
Quién lo hará esta mañana?
En la asamblea del barrio
buscamos todos juntos la onda chévere,
el pan liberador
el trabajo que construya la ciudad sin barreras.
En la asamblea del barrio
el niño juega.

VÍSPERA
a benoit y ma. pilar.
a arturo.

Mirando la Sabana de Bogotá
(recordando las vacas de los cañaverales)
yo siento en cada parte de mi cuerpo
que el verde fresco que era para todos
se lo quedó un puñado miserable
y pregunto SEÑOR:
cuándo celebraremos tu verdadera Pascua?
Un día
(en las primeras calles amarillas)
nos sentaremos en la mesa del pan:
los pechos de las madres tendrán leche
los niños tendrán huevo al desayuno
el obrero conocerá los frutos del trabajo
el hombre de los campos partirá con su mano carne y queso para dar a
[Manuela y Alfredito.
Un día será. Tu Pascua. Será un día.
Cuando, camino al hombro,
sonreiremos
las rejas sonarán abriéndose
los niños en las calles no escucharán sirenas
(allanamiento – cárcel – detención
comandos tricolores para estados de sitio...
nuevas generaciones no oirán estos nombres,
será la libertad).
Comeremos tu pascua en esos días
y la mujer y el hombre descubrirán un nuevo rostro de la luz.
Morirán dictadores
y América Latina jugará con sus amaneceres
(en las primeras calles amarillas).
Será tu pascua un día.
Habrá grupos de hombres y mujeres
(sin distinción de razas – roles – sexos)
que comerán tu voz y escucharán tu pan en medio de quehaceres cotidianos.
Ahora,
durante los caminos,
puñados miserables
impiden la sonrisa de los niños
la luz de las mujeres
la alegría del corazón obrero
el fresco de los amaneceres…
y América Latina está dolida.

SEÑOR,

ven a nuestros caminos
para que sean vísperas (y escuchemos el canto de las aves)
para que no sean infierno abrumador (y ahoguemos los ruidos del fusil).
Un día será. Tu pascua. Será un día.

1 comentario:

  1. Siempre he sido admirador y discipulo de Carmiña, un grito de libertad convrtido en mujer.

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