De LA NUEVA TIERRA (1979)



III. AQUÍ Y ALLÁ
A MI GENTE DE CALI

En cada esquina nos tomamos un poco de panela
revisamos los pies de los que buscan
y leemos alguna que otra página
sonreímos un poco
todo resulta conocido y claro
amar es conocer,
la nueva tierra empieza a amanecer
todo es sencillo.
Hoy uno expone
mañana otro trabaja,
las estufas vacías nos golpean
los estudiantes muertos
los obreros robados
el campesino que no sabe leer,
alguno se ha ido lejos
a buscar otra lucha
y nos manda su pedazo de mundo.
La nueva tierra empieza a florecer.
En la otra esquina volvemos a tomar otra panela
nos subimos al bus a vender prensa
buscamos una arepa
se pare un mundo con dificultad
(ahora estamos rotos, en un mañana –en el amanecer
de las alondras en las primeras calles amarillas–
estaremos unidos y tendremos gallinas para todos),
nos reunimos a buscar caminos
la agitación de la chapola y de la huelga nos posee,
todo es sencillo
todo es beligerante y nos amamos.
La tierra nueva
empieza a clarear.
(Monte Carmelo, Venezuela, julio 1977)

AMIGOS
para puri, mariella y asun

Te sonríen
recogen tu cansancio y lo descansan,
en la ciudad agitada
y azotante
en el sol duro
en el crudo aislamiento de la noche del campo
en el descarne diario de la lucha
en el punzón cortante de la máquina
del bus
del atropello,
ante la prostituta agobiada de sexo
ante los hombres mudos del espanto
ante la madre estéril
ante la ciudad iluminada moribunda
ante los gatos enemigos o la estufa vacía
el amigo recoge tus cansancios.
El amigo te busca
en tu insondable alienación,
el amigo te ama.

HAY HOMBRES QUE CAMINAN

Hay hombres que caminan y, a su paso,
la tierra se redime,
recogen el cansancio de los otros
y animan su trinchera
lavan el pie embarrado
y calientan la leña para el fuego.
Hombres que se detienen
–te comparten la mesa y la palabra–
alzan los ojos
dejan su semilla y continúan.
Son hombres que hacen hijos con la tierra
que beben el dolor de sus hermanos
para parir sonrisas afectuosas y amaneceres limpios
para parir impulsos y consuelos.
Hay hombres que caminan y a su paso
la tierra se redime
destruyen las distancias y los pasos mal dados
para lograr un tiempo nuevo,
un nuevo curso de los ríos.
Son hombres que hacen hijos con la tierra
(tienen la mano fuerte
el mirar limpio)
y hacen amor
en cada vuelta del camino.
(a los hermanitos de foucault,
verano del 77)

JESÚS SILVA

En una vuelta del camino
lo encontré,
en un alto
un alto de la aceleración del rascacielos
en un silencio de los rollingstones
de los westsidestories
en un stop de los marcatargetas de ciudad,
lo encontré en el camino del tractor.
Me lo encontré y él me estaba mirando.
Había hecho poesía mis poemas
su voz era mi voz
su amor mi amor
su mundo era mi mundo
su camino y el mío tenían las mismas piedras.
Jesús Silva,
un hombre de la senda de América Latina,
me volvió a mis amaneceres
y al calor de los primeros días,
me enseñó a regresar
le puso pilas al canto de mi alondra
y recargó mi estrella de la noche,
Jesús Silva.
Un hombre de caminar sereno
y de sonrisa fuerte
en su carne las huellas de la cárcel
y en sus brazos las huellas de las botas,
en la carne de algún hermano suyo
la zanja del dolor y de la lucha,
los años tras las rejas
los miedos
los fríos
la tortura.
Y al otro lado su mirada
un barco de esperanzas.
Jesús Silva me habló de los poemas y las revoluciones por hacer.

IV. SALMOS
SALMO DE LA MUJER DE AMÉRICA LATINA

Señor
tú prometiste llenar la entraña de la tierra
con sangre nueva
que lavara la suerte de los hijos sin pan
y prometiste
un mundo para amarnos
sin miedo a los mañanas
sin temor a la noche.
Señor acuérdate de aquéllas,
las mujeres de América Latina,
que han dejado su vida regada en nuestra historia
y en nuestra geografía
que cada desayuno multiplican pan viejo
y cada noche reciben palo mezclado con sudor y rabia sorda.
Señor,
acuérdate de la mujer de América
porque de sur a norte ella ha luchado
buscando tus promesas
de tierras donde manen leche y miel.
Señor
tú prometiste llenar la entraña de los hombres
de cariño cercano
de medidas iguales
de sol iluminando cada rostro.
Señor, yo te pido por ellas:
     te pido por la abuela de la esquina con su rostro ya duro por la vida
       te pido por la mamá de enfrente con su lágrima-angustia que le brilla en los
      [ojos
     te pido por la hermana que lucha
por marina, cuyo cuerpo vendido le duele cada día
por la mujer del campo y la montaña
te pido por la que lava ropa de los otros para comprar la suya.
Acuérdate Señor de las mujeres de América Latina
la que se hizo fuerte en el dolor
la que llenó su entraña con hijos de esperanza
la que mira sonriendo cada tarde la fuerza de la luna.
Dales tu nueva tierra.

V. LOS FRUTOS DE LA LUCHA
LOS FRUTOS DE LA LUCHA
a asun, gloria y maría helena, para que siempre tengan fe
a mis hermanos de nicaragua que luchan por su liberación

Nicaragua
y América Latina
vencerán.
Con la fuerza de muchos brazos juntos
con la fuerza naciente de muchas esperanzas
con el sueño soñado de muchos corazones
morirán los tiranos
y somoza videla pinochet
no podrán encontrar un pedazo de tierra
para dejar su bota por la noche
y su risa insolente
y su ceño fruncido de traición,
porque de sur a norte
este mapa querido y conocido
se habrá purificado
en sangre de sus mártires
y será nueva luz de libertad.
Viviremos entonces
(en las primeras calles amarillas)
con el juego del niño en la mañana
la pregunta inocente que nos abre caminos
y el canto de la alondra por la noche
tendremos una luna que ilumine el cuarto del amor
y sus reflejos
refrescarán el cuerpo de las mujeres nuevas de América Latina.
Nicaragua – pueblo
(hombres-mujeres-niños y chavalos)
se suman a la gloria de América Latina
Yupanki-Ché-Sandino-Víctor Jara
Yupanki-Ché-Camilo-Recabarren
Yupanki-Ché y muchos nombres más
luchadores de diario
luchadores sin nombre
que caen en su máquina
que caen en el campo en la montaña
que caen en la huelga
niños, mujeres, hombres que caen con su hambre...
son y serán semilla de luz nueva
son y serán semilla de agua fresca.
Más allá y más acá
del gesto poderoso de los carteles de ayer hoy y mañana
Nicaragua y América Latina
vencerán
y en las primeras calles amarillas
seremos uno
y será nueva luz de libertad.

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